EL DOCENTE COMO FIGURA
Ser docente tiene el punto de partida en lo vocacional. Esta profesión tiene mucho que ver con mejorar las condiciones de vida y las posibilidades de la sociedad. Está claro que para el que le gusta, es una profesión maravillosa y preciosa. Pero también tiene muchos momentos complicados.
Por ello, este trabajo no es algo que se pueda hacer sin vocación, ya que, tienes en tus manos el futuro de muchos alumnos que el día de mañana quieren ser alguien importante, o destacar en algo.
Esto no se puede hacer sólo por el hecho de tener un puesto y sueldo fijo anualmente, hay que tener amor por la profesión. Educar no es sólo transmitir conocimientos y normas a unos alumnos, le inculcamos valores, les enseñamos lo que está bien o mal, Esta profesión abarca muchas áreas, tanto buenas como malas.
Estar en las aulas todos los días también implica ver a niños y niñas en momentos de vulnerabilidad y sufrimiento, donde si a esto le sumamos el pasotismo del docente, o el desinterés por su profesión, podemos provocar que esto termine abocado al fracaso.
Desde mi punto de vista, ellos, los niños y niñas, es lo que hace bonito esta profesión, el cariño que tú das, ellos te lo devuelven con creces, y esos algo estupendo que no te vas a encontrar en todos los trabajos del mundo. El hecho de ver, como tus alumnos progresan, aprenden, cambian a mejor ciertas formas y actos, y que todo eso sea gracias a ti, para mi esto significa mucho más que cualquier sueldo que te puedan propiciar.
https://eldiariodelaeducacion.com/2017/10/05/la-importancia-de-ser-docente/
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